RESPETO. Que el estudiante aprecie y cuide a las personas o las cosas que le rodean. Esta es la base fundamental para una sana y pacífica convivencia entre los miembros de una sociedad.
RESPONSABILIDAD. Que el estudiante sea capaz de reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos.
PERSEVERANCIA. Que el estudiante actúe con constancia en todo lo que emprenda y pueda finalizar las metas que se propone.
GRATITUD. Que el estudiante actúe siempre con agradecimiento por todo lo que recibe de los demás, en primer lugar lo que recibe de Dios y luego del prójimo.
HONESTIDAD. Que el estudiante actúe con sinceridad en cada acto que realice y demuestre sus valores de verdad y justicia.
SOLIDARIDAD. Que el estudiante tenga como prioridad el bien común y que pueda entregarse de forma desinteresada y alegre a sus semejantes.
SERVICIO. Que el estudiante adopte una actitud de entrega y colaboración hacia sus semejantes en los diferentes ámbitos de la vida.
DOMINIO PROPIO. Que el estudiante sea capaz de controlar sus impulsos y reacciones, basadas en la razón y la emoción.
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